Sonia Lara seguirá un poco más con la incógnita sobre el destino que le deparará la Justicia: o condenarla a prisión perpetua como pide la fiscalía o inclinarse por una pena más benevolente, si es que le cupiera.
La mujer, acusada de haber asesinado a su hija de tan solo 11 años en un incendio, iba a comenzar a ser juzgada hoy, pero sus abogados renunciaron a último momento y este lunes un tribunal decidió suspender el debate hasta que la nueva defensa pueda evaluar el expediente. Hasta tanto, la imputada continuará con prisión domiciliaria en la misma vivienda en la que provocó el incendio en el que murió la chiquita, en el barrio La Ribera de Villa Mercedes.
Desde el inicio de la investigación Lara estuvo asistida por los abogados Leticia Latini y Daniel Fernández, que decidieron apartarse de la defensa con la fecha de inicio ya fijada. Tras anoticiarse de ello, el tribunal integrado por Sebastián Cadelago Filippi, Virna Eguinoa y Mauro D`Agata Henríquez programó una audiencia para tratar el tema ayer a la mañana.
A pedido de la imputada, los magistrados hicieron lugar a la renuncia y asignaron como su nueva representante a la defensora de Oficial de Juicio Rocío Mediavilla. Pero con las horas contadas para el comienzo del debate el tribunal también entendió que le era materialmente imposible actualizarse del caso para ejercer una defensa adecuada, por lo que decidió reprogramar el debate sin establecer una nueva fecha, al menos por el momento.
El fiscal de Juicio Néstor Lucero no se opuso a lo planteado pero sí solicitó que Lara siga bajo el régimen de prisión domiciliaria hasta el final del juicio.
El hecho que se cobró la vida de Abril Fernández ocurrió entre la noche del 12 de marzo y la madrugada del 13 de 2023. Según la hipótesis fiscal, la imputada adquirió combustible el domingo 12 en la estación YPF que hay en el barrio La Ribera y luego generó tres focos de incendio en la casa 14 de la manzana 7191.
Cuando los investigadores revisaron la escena notaron que una mesa de algarrobo trababa la puerta de ingreso de la casa. Ese detalle, según la Fiscalía, fue colocada a propósito por la acusada para impedir que alguien entrara a auxiliarla a ella y a su hija.
La autopsia reveló que la criatura tenía monóxido de carbono en la sangre. La reducción drástica del aire, en su habitación, y la emanación de gases tóxicos produjeron que la nena se broncoaspirara y muriera, explicaron los fiscales.
EDDLR
