San Roque tuvo su fiesta patronal acompañado por los fieles y el obispo

La comunidad de Villa Mercedes celebró este viernes con mucha devoción el día de San Roque, conocido como el patrono de los perros y de los enfermos. La misa central fue presidida por el obispo de la Diócesis, monseñor Gabriel Barba, y concelebrada por Diego Torres, el párroco de la iglesia que lleva el mismo nombre del santo, y el padre David Picca, de la parroquia Nuestra Señora de la Merced. Cientos de feligreses se acercaron a pedir por salud y trabajo. También hubo una procesión por unas cuadras de la zona Estación.

“Vine porque creo en mucho en San Roque, siento un amor muy grande que heredé de mi abuela cuando era chico. Ella falleció y desde ahí nunca falto a las patronales. Participé de las novenas, todo. Además es un honor y una alegría muy grande que haya venido nuestro obispo a visitarnos a Villa Mercedes. Vengo a pedir para que no falte el trabajo en mi familia”, mencionó Joel Cafieri, un vecino del barrio centro.

Monseñor Barba recordó que el santo fue un hombre de “una posición muy acomodada” y que decidió abandonar sus bienes. Fue testigo de una peste que diezmó a la población europea en la antigüedad. “Él salió a servir a sus hermanos, atendiendo a enfermos y dando cristiana sepultura, hasta que él mismo cayó”, dijo el prelado, y agregó: “Que en estas fiestas patronales se renueve en cada uno la alegría y el compromiso de sentirnos hijos de Dios, el compromiso de vida para que seamos testigos de Jesús con nuestros hermanos”.

De la misa también participaron alumnos de distintos colegios. Repartieron y bendijeron botellas de agua y panecillos, en especial a los que se llaman Roque.

“Siento una alegría inmensa, es mi santo preferido y una parroquia a la que le tengo mucho cariño. Siempre que vengo a Villa Mercedes me hago un tiempo para visitarla. Hoy justo vine a ver a mi familia y aproveché para acercarme. Le pedí fuertemente por la salud de mis padres y para que siempre los acompañe”, dijo Cristina Esteves, una mercedina que hace varios años vive en Córdoba.

En el encuentro, quienes asistieron dejaron las intenciones del día y las que fueron juntando también durante toda la novena. Además estuvieron monseñor Nemesio Benítez, más conocido como el Padre Nolo, y el presbítero Alejandro Salinas, confesando a aquellos fieles que se acercaron.

Al finalizar la misa hubo una procesión por las calles 9 de Julio, Juan B. Justo, General Paz y Lisandro de la Torre con la figura del santo. Fue una peregrinación con mucha alegría, con cantos y recitados que pregonaban el amor, la fe y la devoción al santo y a Dios.

“Le agradecemos la presencia a nuestro obispo, sabemos que nos toca un año sí y un año no, a los padres que nos han acompañado y a las autoridades civiles de la ciudad”, pronunció al final el párroco Torres.

Al final del la fiesta patronal repartieron pan bendito y hubo mucha emoción por la experiencia compartida.

“Esto es algo muy lindo que tiene que ver con ser católico y villamercedino. Creo firmemente en que Dios y el amor nos hace mejores personas”, dijo Mónica Ruiz, del barrio Belgrano, y agradeció las palabras de Barba para proteger a los jóvenes que cayeron en el flagelo de la droga.

Fuente: EDDLR